MUSEO SACRO DE LA ARQUIDIÓCESIS DE CARACAS

MUSEO SACRO DE LA ARQUIDIÓCESIS DE CARACAS
TECHOS ROJOS DEL MUSEO

lunes, 28 de octubre de 2013

MUSEO SACRO DE LA ARQUIDIÓCESIS DE CARACAS

El Museo Sacro de Caracas abrió sus puertas en Noviembre de 1993 se encuentra ubicado en los terrenos donde funcionó el antiguo cementerio de La Catedral de Caracas, el cual fue mandado a construir por decisión del cabildo civil en 1673.
Era costumbre de esa época el enterrar a los difuntos dentro de las iglesias y catedrales, no obstante posible que antes de 1673 se hiciesen también enterramientos en el área adyacente a la catedral, de manera si se quiere informal. El cementerio debió dejar de funcionar a raíz del decreto del General Guzmán Blanco, en julio de 1876, a través del cual se oficializó la construcción del Cementerio General del Sur, y se prohibió la inhumación en antiguos cementerios de la ciudad, incluyendo dentro de las iglesias y capillas.
Esta prohibición no fue acatada sino hasta 1879 cuando Guzmán Blanco regresó al poder. Era costumbre en esa época el enterrar a los difuntos dentro de las iglesias y catedrales. Bajo los espacios pertenecientes al cabildo eclesiástico, como parte de la exhibición del Museo Sacro de Caracas. En el patio central se encuentra expuesta al público una calzada empedrada que posiblemente fuera el acceso al cementerio y una antigua acequia ambas halladas a 80 cms. Por debajo del nivel del edificio actual. El cementerio ocupó un área extensa de la manzana y seguramente de realizarse investigaciones arqueológicas en esta área, podrían descubrirse otros datos relativos al cementerio.
 No hay que confundir el antiguo Cementerio de la Catedral con el Cementerio de los Canónigos, el cual se hallaba en la actual esquina de Canónigos, algunas cuadras al noreste.



SALA Nº 2


La Sala Nª II  está dedicada a  las Exposiciones Temporales.  Su objetivo es el de promover valores artísticos plásticos religiosos para apoyar políticas teológicas pastorales: conocimiento y estima  de las obras artísticas, enriquecimiento espiritual y humano, exaltación y consolidación de valores religiosos, familiares, sociales, regionales y patrios